Los Berserk o Berserkers era un grupo de combatientes escandinavos que hicieron sus apariciones en la era vikinga (793 E.C. hasta el 1100 E.C). Su principal característica, de acuerdo a los relatos de hazañas históricas, era su peculiar forma de combate, limitándose a usar solamente pieles (Sin protección extra) y utilizando métodos de combate insanos y agresivos.
De acuerdo a los estudios realizados hoy en día, es posible que estos grupos de luchadores hayan acudido al campo de batalla bajo las influencias de fuertes alucinógenos que los introducían en un trance que los volvía insensibles al dolor y les generaba una fuerza sobre los estándares conocidos. Además, parte del efecto de estos elementos alucinógenos radicaba en su poca percepción del peligro, llegando a infligirse heridas a sí mismo ante el espanto de sus enemigos.
Los Berserkers solían utilizar ciertos elementos identificados por la arqueología e historia actual: Se colocaban las pieles de sus animales protectores para que estas permitan tomar la fuerza y fiereza del animal. Por ejemplo, ellos creían que colocándose la piel de un oso sobre sus espaldas podrían obtener las cualidades y características del comportamiento y físico del animal.
De igual manera sucedía con las Runas. Ya hemos comentado en varios espacios que las Runas, al inicio, se utilizaban en forma de frases o fórmulas mágicas que permitían adueñarse del éter o de la energía de la propia palabra, es decir, si un guerrero se pintaba en el cuerpo o en algún lugar de sus armas la frase “el guerrero invencible” iba a adoptar esta cualidad y efectivamente sería invencible.
Todo apunta a que estas prácticas eran muy comunes entre los guerreros nórdicos y les dotaban de fortaleza mental y autoconvencimiento para enfrentar a sus enemigos.
Otro factor psicológico importante es el uso de la actitud como arma frente al enemigo. Cuando el bando contrario veía a un grupo de guerreros con actitudes fuera del comportamiento normal del ser humano (Producto de las drogas) y sin la protección adecuada, cortándose el cuerpo y pintados con símbolos desconocidos; es bastante obvio que generaban el pánico generalizado en las filas enemigas, habiendo ganado desde antes la batalla psicológica.
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